"Estoy rígida, no puedo doblarme"
¡Cuantas veces habré escuchado esta frase en mi centro de trabajo! Supongo que ya perdí la cuenta porque esto es una de las grandes preocupaciones de mucha gente. Sienten que no tienen la misma flexibilidad que hace unos meses, por ejemplo. Esto les impide hacer sus tareas cotidianas, tanto laborales como de ocio, con total normalidad. Además, si fuerzan los movimientos, se cansan enseguida y, lo que es peor, puede aparecer dolor y por tanto no realizan las tareas con normalidad. Por tanto, debes saber que con el paso del tiempo, nuestras articulaciones pierden flexibilidad, tienen menos recorrido, y algunas de ellas tienen una mayor tendencia al desgaste (artrosis) simplemente porque soportan más peso de nuestro cuerpo. Así, las articulaciones de las piernas y la parte baja de la espalda se desgastan más porque soportan más peso que la articulación del hombro, por ejemplo. A todo esto hay que añadirle el aumento de la debilidad muscular, debido precisamente a esa rigidez articular...