Artrosis de rodilla

Con esta entrada en mi blog, quiero explicar un poco una patología que, al llegar a una cierta edad, sufriremos algunos de nosotros o que ya ahora la están sufriendo gente de nuestra familia o de nuestro entorno, sobre todo, personas mayores. Con el paso del tiempo,  nuestros huesos se van desgastando y deteriorando, hasta llegar a perder la consistencia necesaria para una buena estabilidad y movilidad de nuestro cuerpo.

En este caso, quiero centrarme en la articulación de la rodilla. Esta es una articulación que sufre muchos desgastes y suele ser muy invalidante

Esta articulación, está formada por el fémur, la tibia y el peroné, completándose por la parte de delante con la rótula. En la zona de unión de todos estos huesos, estos están recubiertos de cartílago, que es como una pequeña lámina que permite que los huesos se deslicen mejor entre si, sin ningún tipo de roce entre ellos para que podamos mover las articulaciones con facilidad. Esta lámina o cartílago, si se deteriora, da lugar a que el hueso que está debajo, se desgaste, provocando dolor, incapacidad para caminar y deformidad progresiva de la rodilla. Es lo que conocemos como "Artrosis de rodilla"

El origen  de esta patología, no se sabe, pero lo que está claro es que hay factores predisponentes al desgaste de huesos, entre los cuales están la edad, determinadas ocupaciones o trabajos o exceso de algunos ejercicios físicos

El diagnóstico se basa en pruebas radiográficas y en la sintomatología que nos cuenta el paciente. En caso de hinchazón, a veces hay que extraer una muestra de líquido, para analizarlo y confirmar que se trata de algo característico de la artrosis.

Consejos para pacientes con artrosis
  • Vigilar nuestro peso. A mayor peso, más desgaste.
  • Frío y/o calor. En la artrosis es bueno calor, es analgésico. En cambio si la rodilla está hinchada, debemos ponerle frío, es antiinflamatorio. 
  • Hábitos posturales. Evitar asientos muy bajos y no permanecer mucho tiempo en una misma postura, ya sea de pie o sentados.
  • Realizar ejercicio. Mantener la movilidad en todo momento. Evitar deportes de contacto o de sobrecarga física. Caminar y natación, son muy recomendables. Evitar escaleras.
  • Evitar coger pesos adicionales.
  • Uso de calzado cómodo y adecuado. Preferible suela gorda y ligero tacón de 3-4 cm.
  • Bastones o muletas. En caso de mucho dolor, utilizar un apoyo adicional. 
Como tratamiento de fisioterapia y para que hagas en tu domicilio, te propongo estos ejercicios, ya mencionados hace algún tiempo en la entrada de "fortalece tus piernas". Seguro que te serán de utilidad.

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